Luksic y el fin del pago de la deuda subordinada de Banco de Chile: “Marca un hito para toda la industria financiera nacional”
El empresario destacó que pudieron saldar la deuda del segundo banco más grande del país 17 años antes de lo previsto.
- T+
- T-
Se cierra un capítulo en la historia de la banca nacional. Hoy la Sociedad Matriz de Banco de Chile (SM Chile) publicó su memoria y su presidente, Andrónico Luksic, se dirigió por última vez a los accionistas de la compañía que será liquida próximamente tras finalizarse el pago de la deuda subordinada.
El empresario indicó en su mensaje que gracias a "los sólidos resultados obtenidos por la filial Banco de Chile, nos permitirán pagar en abril de 2019 el saldo total de la obligación subordinada con el Banco Central de Chile, 17 años antes de lo originalmente pactado".
Luksic dijo que con este paso "estamos terminando exitosamente el largo y complejo proceso de normalización de la banca en Chile, el cual se inició hace más de 35 años producto de quizás la crisis financiera más severa ocurrida en el país".
El presidente de la firma manifestó que cuando ingresó el grupo Luksic a la propiedad del banco en 2001 "nos propusimos trabajar por su modernización y crecimiento, aumentando su solidez y liderazgo, para generar los recursos que permitieran saldar esta obligación lo antes posible".
Banco de Chile reportó utilidades en 2018 de más de $ 594 mil millones, lo que permitirá a SM Chile saldar la última cuota pendiente con el Banco Central en abril de este año.
Tras este proceso, Luksic detalló que se distribuirán un poco más de 40 mil millones de títulos de Banco de Chile entre los accionistas de SM Chile. Quienes sean de las series A, B y D, recibirán 3,338 papeles por cada una de SM Chile. Mientras los titulares de serie E obtendrán una acción de Banco de Chile.
El vicepresidente del segundo banco más grande del país en términos de colocaciones, destacó que este proceso constituye "una gran noticia para el Banco de Chile y sus accionistas, pero también el 2019 marca un hito para toda la industria financiera nacional y para Chile, un país que ha sabido sostener una ruta clara de progreso y crecimiento en las últimas décadas".
Cabe recordar que el Banco Central rescató a los bancos que pudieron sobrepasar la crisis. Así, al finalizar esta etapa, Banco de Chile fue una de las entidades que tuvo una de las mayores obligaciones contraídas.
En 1995 se modificó la legislación asociada a esta deuda y permitió a la compañía ligada también a Citibank para que operara en el mercado financiero, sin la carga de esta obligación. La modificación permitió radicar exclusivamente en la Sociedad Matriz del Banco de Chile –y en su filial SAOS– el pago de esta deuda, traspasando el resto de los activos y pasivos al actual Banco de Chile.
Así, en noviembre del año 1996 se firmó el nuevo contrato con el Banco Central, estableciendo en UF 56 millones la deuda, a pagar en un plazo de 40 años, con una tasa de interés de 5% anual.
La crisis de los 80'
El empresario recordó que en los años 80' cayó un 15% el PIB, el desempleo llegó a niveles sobre el 20% y el peso chileno se depreció a más del 100%.
Según Luksic, las causas que provocaron una de las mayores crisis financieras que enfrentó la industria nacional por aquellos años es que hubo una "ausente regulación en la banca respecto de apalancar empresas relacionadas y un crecimiento desmedido del endeudamiento corporativo a un tipo de cambio fijo que generó descalces cambiarios imposibles de absorber privadamente".
El presidente de SM Chile ejemplificó que en aquella época 22 bancos fueron intervenidos, 16 de los cuales fueron liquidados y seis reprivatizados tras un proceso de administración provisional y uno de ellos fue el propio Banco de Chile.
Luksic especificó que la compañía en 1983 quedó sujeto bajo esta figura hasta 1987, "para pasar a manos de nuevos propietarios por medio del capitalismo popular. Para entonces, la obligación del Banco de Chile con el Banco Central era la más alta de todos los bancos que fueron intervenidos en dicha crisis".
El empresario y también presidente de Quiñenco valoró que tras la crisis que afectó a la banca en los 80' "se aprendieron lecciones importantes que nos permitieron construir una banca sólida, basada en un exigente marco regulatorio y una institucionalidad robusta".
Agregó que "gracias a ese duro aprendizaje y a todas las medidas adoptadas en consecuencia, la banca adquirió la fortaleza y capacidad de resiliencia que le permitieron sortear las últimas crisis globales sin dificultades".